Aquí, os dejo un buen resumen de la INTRODUCCIÓN del RENACIMIENTO. Después, tenéis un vídeo estupendo sobre la LITERATURA RENACENTISTA.
El Renacimiento
es un periodo histórico que podemos situar en el siglo XVI. Como cada vez que
cambiamos de época, el paso de una a otra (en este caso de la Edad Media al
Renacimiento) no es algo que surja de un día para otro, sino que sufre un
proceso.
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En la Edad Media la religión dictaba que Dios era lo
importante. La vida de las personas significaba sólo un trámite para llegar a
la verdadera vida: la eterna (más allá de la muerte). En el Renacimiento el
hombre cobra importancia, y la vida con él. Es el humanismo. No es que no
importe el más allá, pero también se intenta aprovechar la vida al máximo. El
hombre pasa a ser el centro.
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Vitalismo del arte y la literatura. Se canta al amor y
a los placeres. Es una época de optimismo.
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Importancia en filosofía del neoplatonismo, que considera que el saber hace mejor al hombre. La
realidad material es reflejo de otra espiritual superior que se pretende
alcanzar mediante el conocimiento o por otros caminos que conducen a lo
espiritual (el amor, la belleza, etc.).
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Durante el siglo XVI el capitalismo ha sustituido ya al feudalismo en muchos lugares de
Europa. Al campesino medieval, que pagaba al señor con parte del fruto de su
trabajo, lo ha reemplazado el obrero que trabaja por un salario. El dinero se
convierte en la fuerza que todo lo puede.
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La burguesía se enriquece y se acerca al poder.
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Políticamente, los reyes incrementan su poder y se crean
los Estados nacionales.
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La Edad Media deja de lado a griegos y romanos por
entenderlos profanos, ajenos al cristianismo. En el Renacimiento renace el
gusto por los clásicos. La arquitectura y escultura imita los modelos griegos,
y en literatura se hace lo mismo, apareciendo los mitos clásicos como un motivo
recurrente. Temas recurrentes son el carpe
diem (hay que aprovechar el momento, que la vida dura poco); el beatus ille (es mejor el campo, donde
nos encontramos con la naturaleza; que la ciudad, donde la gente sólo va a lo
suyo); el collige, virgo, rosas
(recoge, doncella, las rosas; recomendación a una joven para que ame antes de
que el tiempo marchite su belleza); aurea
mediocritas (la feliz mediocridad; alabanza de la vida moderada, alejada de
ambiciones y pasiones que sólo acarrean preocupaciones y mediocridad).
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También surgen
los manuales de buenas costumbres, como El
cortesano, de Baltasar de Castiglione, que describe cómo ha de ser el
perfecto caballero.
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En la Edad Media la riqueza la daba la tierra,
vinculada a nobles. En el Renacimiento ha surgido una nueva clase adinerada: la
burguesía, que se basa en los negocios y el comercio con dinero.
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En la Edad Media se copian los manuscritos a mano en
los scriptoriums de los monasterios,
por parte de los clérigos. En el Renacimiento aparece la imprenta, que permite
la difusión de los libros más rápidamente. En un principio la iglesia se benefició de ello (como demuestra la
impresión de la Biblia Políglota
Complutense), pero después, al ver que también era usada para difundir
ideas opuestas al cristianismo (el protestantismo o luteranismo), comenzó a
preocuparse de vigilar los libros impresos la Inquisición, sacando a la luz el Index Librorum Prohibitorum, una lista de libros prohibidos por las
ideas que contenían. Además se hicieron más descubrimientos en el área
científica: Copérnico dio a conocer que el Sol era el centro del Sistema Solar
y que los planetas giraban a su alrededor; y Miguel Servet descubrió la
circulación de la sangre.
ESPAÑA fue un país muy poderoso durante el
siglo XVI, dueño de un extenso imperio. Pero la política imperial y las
continuas guerras exteriores acarrearon cuantiosos gastos que no se compensaban
ni con las riquezas procedentes de América. Por todo ello, la vida en España era
difícil y abundaban los vagabundos y mendigos. La nobleza seguía ocupando el
lugar más alto de la escala social pero existían muy distintos aristócratas;
la alta nobleza (grandes, duques, condes y marqueses), los caballeros y, en
último lugar, los hidalgos.
Tras la orden de expulsión de los judíos a
finales del siglo XV, una parte abandonó el país y otra se convirtió al
cristianismo y permaneció en España. Bastantes de estos conversos continuaron
practicando su antigua religión en secreto, algunos no profesaban ninguna
religión y otros se convirtieron sinceramente al cristianismo. No obstante, los
conversos o cristianos nuevos fueron vistos por los cristianos viejos con
suspicacia.
En España, el Humanismo conoce su máximo
apogeo en el primer tercio del siglo XVI, cuando llegan importantes humanistas
italianos y las universidades de Alcalá de Henares y Salamanca se convierten en
centros humanísticos de primer orden.
Pero, sin duda, donde más cambios se producen
es en el ámbito de la RELIGIÓN. Con el propósito de acercar la iglesia al
pueblo (en la Edad Media ya vimos que se temía). Entre los partidarios de esta
idea están personalidades como Erasmo de
Rotterdam, que escribió entre otras obras el Elogio de la locura. Abogaba cambios como por ejemplo que la Biblia
se escribiese no en latín, griego o hebreo, sino en lenguas romances para que
todo el mundo pudiera leerlas. Se intenta volver a los orígenes, lo que
desemboca en intentos de reformar la iglesia. Es el momento de la Reforma, que se da en la primera mitad
del siglo XVI. En algunos casos la ruptura con la Iglesia Católica es total,
como sucede con los Protestantes en Inglaterra (con Enrique VIII a la cabeza,
que niegan la autoridad del Papa), y los Luteranos (se da en Alemania, cuya
máxima figura es Lutero). Los católicos entonces convocan un concilio, el Concilio de Trento, donde deciden
volver a una religión más férrea, como antaño. Es la Contrarreforma, que tendrá el apoyo de la INQUISICIÓN.
En España se puede dividir el Renacimiento en
dos etapas bien diferenciadas: por un lado la primera mitad de siglo, con los
reinados de los Reyes Católicos y Carlos V. En esta época, todo es esplendor.
España abre sus fronteras a Europa y bebe de sus tendencias (el centro del
Renacimiento es Italia; los estudiosos van allí y luego vuelven a contar lo que
han aprendido. Es así como entran formas literarias en España como el soneto o
la lira). La temática es sobre todo profana: amorosa o basada en la mitología
clásica. El autor más representativo es Garcilaso
de la Vega.
La segunda mitad está empañada por la
Contrarreforma. Reina Felipe II. España sigue siendo la primera potencia
mundial, pero cierra sus fronteras al exterior y se centra en sí misma. La
literatura es sobre todo religiosa, con autores como Fray Luis de León y San Juan
de la Cruz.
Recordamos: se desarrolla una nueva mentalidad, el humanismo. Se inicia en Italia en el
siglo XIV, con el impulso de Petrarca. Durante el reinado de Carlos I, esta mentalidad irrumpirá en España.
Actitud
vitalista: se exaltarán los
sentidos y la capacidad del ser humano para amar y gozar la vida.
Vuelta a la cultura grecolatina: se redescubre el mundo clásico y se recupera el
gusto por los valores filosóficos y estéticos de la Antigüedad. Se considera que la Edad Media es un período
oscuro, mientras que los clásicos habían logrado la perfección en su
pensamiento y arte; de ahí, el deseo de volver a ellos e imitarlos.
Razón y experiencia: los humanistas buscan la verdad a través de la
investigación y la reflexión. Se producen avances revolucionarios en la ciencia
y la tecnología, como la invención de la imprenta, que permite difundir las
ideas humanistas a los diferentes estamentos de la sociedad.
Seguiremos en clase.
¡Sed felices!