¿Qué hacer en esos ratillos que nos quedan en estos días de vacaciones?Esos ratillos donde no apetece ver televisión (alguno hay, reconocedlo...); en los que no vais a salir con los amigos (porque no podéis vivir sólo en la calle); en los que queréis estar solos, relajaditos...Yo tengo la respuesta: Leed, adentraos en ese maravilloso mundo de las letras...
Entre los libros más vendidos en España de estos meses (que por algo serán tan vendidos, ¿digo yo?) hay algunas recomendaciones para vosotros (los jóvenes):
Por supuesto, está la saga de Crepúsculo, que claro, ya os estáis devorando la mayoría. Yo, como os prometí, me he leído The Host, la última obra editada de la autora de la saga (Stephenie Meyer), pero, ya os la comentaré en clase. Creo que debéis dejarla para más adelante. No va de vampiros, ahora los extraterrestres... Pero, ya lo veremos en la clase, el día de lectura. No es literatura juvenil.
Sí es literatura juvenil, sin embargo, Los cazadores de sombras, de Cassandra Clare. Comenté esta obra en 1º E. Algunos, como Tamara, ya teníais noticia de ella. Es otra trilogía. El primer volumen: Ciudad de hueso es ameno y tiene todos los ingredientes que creo lo convierten en un libro que os puede gustar. Voy a intentar haceros un resumen sin desvelaros nada de la historia:
Clary, una chica aparentemente normal, descubre que puede ver un mundo oculto para las demás personas, personas normales como su amigo Simón que serán llamados "mundis" en la novela. En ese mundo descubrirá a los "cazadores de sombras", un grupo de jóvenes con destrezas sorprendentes para combatir contra rapiñadores, vampiros, hombres lobo, y otra serie de seres "mágicos". Clary tendrá que descubrir por qué ha estado hechizada durante la mayor parte de su vida para no ver ese mundo que forma parte de su pasado (el pasado de su madre y del padre al que creía fallecido) y, sin duda, de su futuro. Y junto a ella ocupará un lugar especial en esa búsqueda Jace, el más destacado de los cazadores.
La obra ofrece misterio, aventura y amor. ¿Qué más le podemos pedir?
A la vuelta de Semana Santa, los que vayáis terminando Los espejos venecianos, podréis ir echándole un vistazo para ver si os interesa leerla. Recuerdo que también tenéis títulos en la biblioteca de aula de Jordi Sierra i Fabra (que siempre es una buena opción), y clásicos que nunca caducan literariamente.
De Laura Gallego os recomiendo, para los que estáis interesados en esos mundos fantásticos: Memorias de Idhún. Noelia nos comentará un poquito el argumento en clase y podremos recomendárosla. Es una buena señal que ella ya quiera leer el siguiente, ¿no?
Y, como It, de Stephen King, parece no haber atrapado a este grupo, ya os buscaré esa literatura de terror que me reclamáis. Por lo pronto, nunca pasa de moda Drácula, de Bram Stoker. Y ya os estoy preparando una selección de cuentos de Edgar Allan Poe...
Y me quedaría triste sin recomendaros un paseo por la biblioteca más próxima o por las estanterías de vuestra casa. Preguntad a vuestros padres que leían con vuestra edad o qué libros os recomiendan. Yo recuerdo cuando mi padre me regaló un tomo con las novelas de Julio Verne. Pensé: "y yo, por qué merezco... este castigo". Fue la ignorancia la que me llevó a pensar eso, tiempo después disfrutaría con historias como La vuelta al mundo en ochenta días, o de nuevas recomendaciones como "Buenos días, tristeza", novela que había sido toda una revolución en la época de mis padres. También recuerdo cuando le robaba a mis hermanas los libros que estaban leyendo... Así descubrí a Enid Blyton: Torres de Malory, las Gemelas en Santa Clara (Nunca me gustaron los Cinco). Un poquito mayor, pero todavía en el instituto, mi hermana mayor me dio a leer Gemelas y millonarias (que todavía no le he devuelto), un libro muy antiguo que releí varios veranos. Después, le prestó a otra de mis hermnas La noche de la séptima luna. La curiosidad al ver atrapada a mi habitual compañera de juegos por un libro, me llevó a cogerlo en uno de sus descansos. Fue la primera novela de misterio y romántica que me leí de un tirón. Victoria Holt nos cautivó. Empezamos a devorar sus títulos. Pronto empecé a cotillear lo que leían los demás en el metro... No podía limitar mi búsqueda sólo a mi casa. Si veías un libro tres días seguidos en manos de distintos lectores en el metro, había que conseguirlo. Era un éxito casi seguro. Así descubrí títulos como las Cenizas de Ángela o la Sombra del viento cuando aún nadie hablaba de ellos. Eso me recuerda, que en Italia el año 92, un autor que no encontraba quién le editara, Federico Moccia, publicó con su dinero A tres metros sobre el cielo (Hay ediciones que quitan la A del título: Tres metros sobre el cielo). Bueno, pues esta comedia romántica se agotó y en Italia empezó a circular fotocopiado de mano en mano. Hoy es un éxito de ventanas en Italia y otros países europeos, sobre todo entre los jóvenes. No hubo campaña publicitaria, no hizo falta. La mejor campaña es ver leer a otros, recomendar lo que nos gusta o preguntar a otros qué leen. Así, sin quererlo, nos convertimos en Cazadores de historias.
¡Ah! Estoy abierta a vuestras recomendaciones literarias.
¡Sed felices!