lunes, 12 de marzo de 2012

Lo que quiero ahora

Quiero compartir con vosotros este artículo que trabajaremos en clase. Podría haber elegido otro, pero este me lo envió un amigo, compañero y maestro (eso fuiste, Félix) al que, desgraciadamente,  hemos despedido este fin de semana. No tengo  ya más palabras, sólo una gran pena, y me apetecía hacer este pequeñísimo homenaje a un gran hombre, a un señor, a un maravilloso compañero y para mí, un maestro humilde y, por eso, más grande aún. ¡Qué suerte que te conocí!

Echaré de menos tu sonrisa. ¡Qué sonrisa...!


Àngeles Caso - Lo que quiero ahora
(La Vanguardia 19/01/2012)

'Será porque tres de mis más queridos amigos se han enfrentado inesperadamente estas Navidades a enfermedades gravísimas. O porque, por suerte para mí, mi compañero es un hombre que no posee nada material pero tiene el corazón y la cabeza más sanos que he conocido y cada día aprendo de él algo valioso. O tal vez porque, a estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio. Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta. El caso es que tengo la sensación al menos la sensación de que empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.

Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece. Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual que paso del fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno. Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera. Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.

Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.



Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.


También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar. Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería. No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase. Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí. Sólo quiero eso. Casi nada. O todo.'

CASI NADA. ¡Sed felices!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, en mi agenda tengo apuntado que mañana es tu cumpleaños, espero no equivocarme ^^. Felicidades, espero que seas muy feliz y libre a tu manera porque como decia Aristoteles "la libertad es responder a lo que nos pasa" y cada persona responderia de manera diferente a la misma cuestión ( siento mucho lo de tu padre). Tú eres una de las personas y profesoras que más apreció.
Anoche soñe con que te decia esto personalmente aunque mucho mas desarrollado y emotivo, fue muy extraño ^^ jajajaja
Te echo de menos.
Un beso, Mierla.

Avenida de la Palabra dijo...

Hola, reguapa:

Yo también os recuerdo con muchísimo cariño. Me lo pase muy bien dándoos clase.

Gracias por tu mensaje. Intentaré pasarme por el insti un día de estos para saludaros y daros un achuchoncete en persona.

Pídele a Noelia mi correo y, en cuanto pueda, os mando un correito.

Suerte en los exámenes. Ah, y mi cumple llegará con la Primavera.
;-) Bs