San Manuel Bueno, mártir
Miguel de Unamuno
Miguel de Unamuno
Miguel de Unamuno, uno de nuestros grandes pensadores, en esta obra nos enfrenta a la angustia existencial; a la obsesión ante la muerte y a la duda de fe y de la existencia de la inmortalidad. Lo hace a través de Don Manuel quien encarna la voluntad de creer y la duda en términos racionales.
Lázaro y Ángela, la narradora, son los portadores, junto con el protagonista, de toda esta reflexión. De una parte, la verdad trágica; de otra, la felicidad, ¿ilusoria?. Unamuno se referirá a ello como un martirio quijotesco.
Ángela, Lázaro, el Pueblo y Blasillo son testigos de esta vida de don Manuel que nos ofrece Unamuno poniendo en ello, en palabras del autor: "todo mi sentimiento trágico de la vida cotidiana".
2 comentarios:
Publicar un comentario